Hasta al presidente de los Estados Unidos se le va la vista tras unas estupendas posaderas. Así ocurrió en la cumbre del G-8 en Italia. Nadie es de acero, y parece que queda claro con esto, jajaa.
Más información en la página del Comercio.
Hasta al presidente de los Estados Unidos se le va la vista tras unas estupendas posaderas. Así ocurrió en la cumbre del G-8 en Italia. Nadie es de acero, y parece que queda claro con esto, jajaa.
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